domingo, 26 de junio de 2016

Casi cinco años.

Casi cinco años es el tiempo que llevo sin sentir esa caricia que se siente al mirarte a los ojos. Echo de menos tocar tu alma con la punta de los dedos y sentir que no existe nada más. El nerviosismo al saber que tú, esa persona elegida de entre un millón, observabas mi ser. Ese agobio al ver que el tiempo era corto y que mis sentimientos, a tan temprana edad, no eran tan sencillos de controlar. 

Es real, el tiempo pasa y con él todas esas sensaciones quedan atrapadas en un mar de lágrimas, mentiras, rencor y melancolía. Porque eso es lo que queda tras un amor de adolescentes. La presión social, la inexperiencia, la pasión juvenil, ¿quién iba a decirnos que jugaban en nuestra contra?
Es verdad, mentí. Nunca regresé para aclarar mi anhelo. Nunca pronuncié esas palabras que martilleaban mi corazón para poder salir. Nunca interrumpí tus pensamientos con mis deseos y mis sentimientos encontrados. 

¿Qué fue de ese sentimiento tan puro que me hizo callar? Nunca quise romper ese silencio. Nunca quise hablar.

Casi cinco años de inexplicable afán. Un inexplicable deseo de volver a aquél momento y hacer todo de manera distinta, cambiar cualquier situación posible para observar su resultado. No echo de menos nuestros momentos, echo de menos el recuerdo que tengo de ellos. El recuerdo de lo que sentí al besarte por primera vez. El recuerdo de como entre tus brazos, todo parecía ser mejor. El recuerdo de aquél triste momento en el que tuve que decirte adiós sin mirar atrás.

Recuerdo cada instante de ese día en que nos vimos a solas por primera vez. Recuerdo mi ropa, recuerdo la tuya, recuerdo cada uno de los temas a los que recurrimos para no dar paso a ese silencio incómodo. Recuerdo el parque en el que nos despedimos. Recuerdo los 45 minutos que tardaste en llegar. Recuerdo nuestro último instante juntos, cómo amablemente me dejaste en casa, como sucumbimos a la presión, cómo todas mis barreras se desmoronaron.

Son los recuerdos los que me hacen anhelar tu presencia. Porque hace casi cinco años, entraste en mi corazón.